Resulta sorprendente y muy reconfortante encontrarme en el Taller con niños y adolescentes que apartan los teléfonos móviles, las videoconsolas, y todas las distracciones de la nueva generación tecnológica y se concentran, disfrutan, avanzan y evolucionan tantísimo, dibujando y pintando. Tal y como funcionan hoy las cosas en este aspecto, es doblemente gratificante contar con alumnos creativos, con un mundo interior amplísimo, que leen, que tienen actitud crítica, que se ayudan entre ellos, que tienen una cultura visual importante para su edad y, sobretodo, que están motivados e ilusionados. Habitualmente en la adolescencia se presentan etapas difíciles en las que actitudes como estas que describo son muy poco comunes.